lunes, 22 de febrero de 2010

Aportaciones voluntarias en Afore

Las Afores son Administradoras de Fondos para el Retiro que se especializan en el manejo de los fondos para el retiro de los trabajadores. Son empresas financieras debidamente autorizadas por la Secretaria de Hacienda y Crédito Publico y supervisadas por la CONSAR que se dedican exclusivamente a administrar e invertir los recursos de los trabajadores en opciones que generen rendimientos para que los trabajadores puedan contar con una pensión en el momento de su retiro.

Los recursos que recibe tu Afore se dividen de la siguiente forma: aportaciones del patrón (el 2% de tu salario base de cotización para retiro y 3.15% de tu salario base de cotización para cesantía en edad avanzada y vejez), aportaciones del gobierno federal (0.225% del salario base de cotización por cesantía en edad avanzada y vejez) y aportaciones del trabajador (1.125% sobre el salario base de cotización), más aportaciones que decidas hacer de forma voluntaria.
Las aportaciones voluntarias son las contribuciones adicionales que puedes depositar en tu cuenta individual con la finalidad de incrementar tu ahorro para el retiro; o bien, para ahorrar para un fin específico como un viaje, coche, casa, etc. No hay montos mínimos ni máximos para realizar aportaciones voluntarias y puedes retirar el dinero de estas aportaciones cuando lo necesites 6 meses después de tu primera aportación o de tu último retiro efectuado. Cada Afore tiene diferentes formas de recibir estas aportaciones voluntarias, ya sea por medio de depósito en ventanillas bancarias o solicitando a tu patrón un descuento periódico a tu nómina.

Al realizar aportaciones voluntarias cuentas con la ventaja de que tus fondos son invertidos junto con los de otros inversionistas, dándote así la oportunidad de ingresar a oportunidades de inversión que no estarían a tu alcance cómo individuo, de igual forma como lo hacen los fondos de inversión comunes. Las Afores sin embargo, invierten tu dinero en fondos según tu edad, clasificando así los recursos en fondos de acuerdo a la Siefore que te corresponde. La Siefore básica 1 (para trabajadores de 56 años y mayores), la Siefore básica 2 (46 a 55 años), Siefore básica 3 (37 a 45 años), Siefore básica 4 (de 27 a 36 años) y la Siefore básica 5 (26 años y menores).

El rendimiento de cada Siefore varía dependiendo de su composición, es decir, la Siefore 5 invierte en más porcentaje de acciones, siendo la de mayor riesgo en el mercado ya que por las edades de los participantes, se considera la de más largo plazo, contando así con más tiempo para crear buenos rendimientos por medio de inversiones más arriesgadas.

Para saber si una inversión voluntaria en Afore te conviene o no, debes de conocer cuánto te ofrece de rendimiento en comparación con el mercado, con otras Afores o con otros fondos de inversión. Algunas Siefores superan el rendimiento promedio del segmento en el que están incluidas, por ejemplo: La Siefore básica 2 de Invercap paga un rendimiento de 19.44% anual, siendo el promedio del mercado de 12.93%. La Siefore básica 5 de Banamex paga 5.77 puntos más que el mercado, etc. Los recursos que aportes voluntariamente serán invertidos en la Siefore que te corresponda dándote así el rendimiento de ese fondo en específico.

Cabe mencionar que la semana pasada entró en vigor una nueva ley que permite que las Siefores inviertan sus recursos en empresas medianas y grandes que formen parte de índices accionarios de la Bolsa Mexicana de Valores (anteriormente solo podían hacerlo en emisoras pequeñas para no exponer los recursos de los trabajadores a altas volatilidades del mercado), por lo que los rendimientos negativos que tuvieron algunas Afores el año pasado pueden ser cosa del pasado y se espera que el rendimiento de las Afores mejore en los próximos meses.

Debes tomar en cuenta que los rendimientos que ofrecen las Afores están afectados por las comisiones que cobran por el manejo de tus recursos por lo que es importante conocer bien el funcionamiento de tu Afore, compararla regularmente con el mercado y escoger la mejor opción. Si tu Afore ofrece buenos rendimientos para tu Siefore, y estás satisfecho con el servicio, puede ser una buena opción para el depósito de tus aportaciones voluntarias ahorrándote así el pago de comisiones en otros fondos o instituciones financieras.

lunes, 8 de febrero de 2010

Inversión en oro

El oro, y otros metales preciosos, pueden ser adquiridos en establecimientos especializados para este fin, es decir, existen lugares físicos (desde compañías mineras y locales establecidos hasta diversas páginas de Internet) donde puedes adquirir oro, u otros metales en la forma de lingotes de diferente gramaje, en monedas acuñadas o en joyas fabricadas. Sin embargo, el lugar dónde los proveedores de oro y joyeros adquieren su materia prima, es diferente al lugar dónde una persona que requiere este material sólo como inversión lo compraría. Es por eso que antes que nada debes definir para qué comprarías un lingote de oro...

No cabe duda que el oro es una buena inversión que difícilmente perderá su valor y generalmente es “ajena” al control de cualquier gobierno y difícilmente afectada por los movimientos políticos. Siempre es recomendable diversificar nuestra inversión en varios instrumentos, y el incluir metales preciosos en nuestro portafolio es una buena forma de hacerlo, pero antes de invertir en oro es importante conocer más acerca del metal, qué factores afectan su precio, darle seguimiento a sus fluctuaciones y saber cuándo es buen momento para comprarlo o venderlo.


Aunque los beneficios de la inversión pueden ser obvios, esta opción es a veces difícil principalmente por falta de información y tradición, incluso por parte de los bancos, que prefieren vender hipotecas o fondos de inversión debido a que éstos les ofrecen un mayor margen de intermediación.

La forma más fácil de obtener oro es por medio de joyas. Los proveedores de joyas o compañías mineras dedicadas a esto pueden asesorarte de dónde conviene comprar el material, sin embargo los costos de adquisición son más altos y su tenencia más riesgosa. Otra forma de obtenerlo es en forma de monedas. Para ello hay vendedores especialistas o casas de moneda, pero la acuñación aumenta su precio. Es importante que sepas que hay que pagar por la cantidad de oro que realmente lleva la moneda y no por su peso bruto.

Los lingotes de oro pueden ser adquiridos en bancos, casas de bolsa o directamente en compañías mineras, pero el principal problema de adquirir oro físico en esta forma, además de los derivados del transporte, es su custodia. Algunos bancos en Suiza y Bélgica están muy avanzados en la compra venta de metales y recomiendan que las inversiones en estos metales sean de por lo menos en barras de hasta 12 kilos, dejando a los pequeños inversionistas fuera de la jugada.
Algunos bancos como Scotiabank tienen divisiones más especializadas en metales (ScotiaMocatta) que permiten la compra venta de grandes cantidades de oro y proporcionan también el servicio de custodia. Algunas casas de bolsa o bancos comerciales o internacionales cuentan también con este servicio en nuestro país.

En México, la forma más popular de adquirir oro es por medio del Centenario, pero existen también otras formas de invertir en él que también pueden ser rentables, por ejemplo, los ETF (Exchange Trade Funds) que replican el comportamiento del precio del metal, la compra de las acciones de las empresas mineras o que producen oro (aunque esto conlleva también el riesgo específico de cada empresa), compra de acciones especializadas en oro en mercados globales, o por medio de futuros o forwards de oro. Este tipo de inversiones, aunque resuelve el problema de custodia, conlleva también costos de almacenaje y gestión.

Al comprar un lingote de oro, debes asegurarte que su pureza sea buena, que tenga un cuño reconocido, te debe ser otorgado un certificado de autenticidad con los datos de peso, marca, ID y fecha de fabricación y debes contar con la factura para saber su origen. A mayor cantidad, más barato será el metal y puedes encontrar lingotes de varios gramajes, desde 100 a 1,000 gramos.